
jueves, 27 de diciembre de 2007
martes, 25 de diciembre de 2007
Caleidoscopio
domingo, 23 de diciembre de 2007
Entrecruzamientos
Cuando pensamos en la persistencia de la memoria, solemos articular nuestras existencias a partir de recuerdos de experiencias vividas. Tratamos de ordenarlos por el nivel de significación que estos han tenido en nuestras vidas. En este sentido somos una suerte de rompecabezas que demarcan las constelaciones de nuestros días y horas…
Haciendo un inventario de cada una de estas piezas, reconozco algunas relacionadas con mis vivencias en la ciudad de Alamar “El Ángel Alado” y sus personajes. Una ciudad que con sus historias cotidianas cambiaron mis visiones, enriqueciendo la creatividad de mis mundos.
Estas piezas están impregnadas de espacios verdes en los cuales sus personajes cultivaban los huertos comunales; cuerpos de granitos y metal de 12 plantas; camellos atestado de humanidad que corrían por la ruta M – 1; millones de dientes de perros salados; charlas que contrastaban con la razón en el refugio de Ovni – Zona Franca; camellos al horno de 50 fulas del artesano biomecánico Joey; pudines de vanilla de mamá Paula; charlas del tiempo y espacio con Amauri; clases de teatro con los Pompones de Colores; noches de consejos con Nadia y Kareel; ejercicios del poder en la estación de policía; cuentos de vida por Daftne; libertad callejera del patinador eterno; guarapo dulce de caña de azúcar; ojos tristes del poeta de Chicago; charlas revolucionarias con el viejo Joey; poseía biomecánica; Poesía Sin Fin; Ocho Horas de Discursos…
Definitivamente la existencia esta teñida por una colección de recuerdos, que maduran en lo más intimo de nuestras psiquis, proporcionándolos un delicioso néctar anejo de imágenes en el tiempo y espacio. Humanizándonos por pequeños instantes, evocándonos hacia una visión que hemos vivido porque reencontramos memorias a lo largo de nuestras vidas. Ellas nos sugieren quiénes somos…
Desde mí morada en Nicaragua. Me gustaría enviar un fuerte abrazo a cada uno de estos personajes amados que habitan en la ecología cotidiana de mi Ángel Alado “Alamar” y en espacial a todas las personas que han contribuido a la celebración del X Aniversario de Poesía Sin Fin. Desearía expresarles que a pesar de la distancia, continúo siendo parte de este viaje experimental y de creatividad performática. Con Ustedes aprendí a seguir visiones para alcanzar los sueños e ideales.
José Ariel Bravo Almendárez
Managua, Nicaragua
16 de diciembre de 2007
8:15 p.m.
Visiones
Circunstancias
viernes, 30 de noviembre de 2007
Ideograma
sábado, 10 de noviembre de 2007
Escalonamientos
jueves, 1 de noviembre de 2007
Cuatro Paredes
sábado, 27 de octubre de 2007
Estados Mentales
sábado, 20 de octubre de 2007
Homo-sexapiens
viernes, 19 de octubre de 2007
El Perfume
jueves, 11 de octubre de 2007
Lógica Surrealista
martes, 9 de octubre de 2007
domingo, 7 de octubre de 2007
Ideografía de un Analfabeto
viernes, 5 de octubre de 2007
Ideografía de un Reflejo
lunes, 1 de octubre de 2007
El Fantasma de la Estación
Fast Car
domingo, 23 de septiembre de 2007
Sueños
Sinapsis
jueves, 20 de septiembre de 2007
miércoles, 19 de septiembre de 2007
Life is Elsewhere
martes, 18 de septiembre de 2007
lunes, 17 de septiembre de 2007
Contrapesos
Un Tranvía llamado Deseo

Mi vida es como la historia de cualquier persona. Sencilla por sus acontecimientos, pero compleja por su vida interna. Todas las noches revivió una misma ilusión. Entre las paredes de mi habitación trató de reencontrarme mientras llevo a cabo mi transformación. Descubriendo que existó una vez más, que el mundo existe y que todo a mí alrededor existe.
Cada hombre que pasa por mí, trata de entender los vicios de su naturaleza humana. Tal vez por vanidad porque pueden poseer a un hombre y una mujer. Tal vez porque Dios también es vanidoso. Mi rostro comienza a envejecerse y siento el cansancio acumulado por todas estas noches. Estoy cansada de esta búsqueda. Siento que no lo voy a lograr y mi vida, se resume en una colección de cuerpos porque deseo sentirme con una vida común.
Cada noche regresó a la misma esquina para reencontrarme con esa identidad. Se detiene un carro.
– Flaca ya regreso, voy a la Cascada...
José Ariel Bravo Almendárez
domingo, 16 de septiembre de 2007
Der einzige Unterschied
Tranquilidad en el Caos
Comprender dichos momentos, implica haber recorrido distancias, acumulando conocimientos y experiencias en relación con estos escenarios y circunstancias que articulán la racionalidad de la existencia cotidianidad.
Jasmine Blossom Green Tea
La Selección Natural
viernes, 14 de septiembre de 2007
El Margen
jueves, 13 de septiembre de 2007
La Madre

En el arrabal obrero, la sirena de la fábrica lanzaba cada día al aire, saturado de humo y grasa, su vibrante rugido; obedientes a su llamada, unos hombres sombríos, de músculos entumidos por la falta de sueño, salían de las casuchas grises, corriendo como cucarachas asustadas.
A la luz fría del amacecer, iban por la calleja sin empedrar hacia los altos jaulones de la fábrica, que les esperaba, segura, indiferente, alumbrando el fangoso arroyo con sus decenas de ojos cuadrados y grasientos. Chocleaba el barro bajo los pies. Resonaban voces soñolientas en roncas exclamaciones, groseras injurias rasgaban el aire con rabia, y una oleada de ruidos diversos venía al encuentro de los obreros: el pesado jadeo de las máquinas, el gruñido silbante del vapor. Sombrías y severas, destacábanse las altas chimeneas negruzcas, que se alzaban sobre el arrabal como gruesos mástiles.
Al anocher, cuando se ponía el sol y sus rayos rojos brillaban sin fuerza en los cristales de las casas, la fábrica vomitaba gente de sus entrañas de piedra, como si fuera escoria, y los hombres, ahumados, negros los rostros, centelleantes las dentaduras hambrientas, volvían a pasar por la calle, dejando en el aire el persistente olor de la grasa de las máquinas. Entonces había en sus voces animación y hasta alegría; habían terminado los trabajos forzados de aquel día; la cena y el descanso les aguardaban en casa.
La fábrica se había tragado una jornada más, y las máquinas habían succionado de los músculos del hombre cuantas fuerzas necesitaran. El día habíase borrado de la vida, sin dejar rastro alguno; el hombre había dado un paso más hacia la sepultura; pero veía cerca, ante sí, el gozo del descanso, los placeres de la taberna llena de humo, y estaba satisfecho.
Máximo Gorki