domingo, 23 de septiembre de 2007

Sueños


A la edad de ocho años jugaba a ser un payaso que trabajaba en un circo mágico. Creía que siendo payaso podría sanar los corazones de las personas para que dejaran de sufrir, pero sólo era un sueño.




José Ariel Bravo Almendárez

Sinapsis


Existen fantasmas que se ocultan entre las sinapsis de nuestras conexiones neurales. Estos en ocasiones tratan de bloquear los canales de comunicación entre la razón y la intuición, influyendo sobre la manera en que organizamos nuestras existencias.




José Ariel Bravo Almendárez

jueves, 20 de septiembre de 2007

Acusan por acoso a jefe policial




[...] A esta también le hacía insinuaciones sexuales hasta el punto de llamarla al celular y decirle que se estaba masturbando en su nombre, especifica el escrito de Fiscalía.








Sucesos - La Prensa

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Life is Elsewhere


The walls of Jaromil´s room were no longer decorated by his childhood sayings (with regret, Mama put them away in a drawer), but by twenty small reproductions of cubist and surrealist paintings he had cut out of magazines and pasted on cardboard.






Milan Kundera

martes, 18 de septiembre de 2007

Guarda distancia


Los sueños se hacen polvo en mis pestañas.




José Ariel Bravo Almendárez

lunes, 17 de septiembre de 2007

Contrapesos


Un instante de imaginación y realidad, se transforman en una perfecta fuerza de contrapesos. ¿Qué es lo inaudito en todo esto?








José Ariel Bravo Almendárez

Hay alguien en casa


Del salón "La Pista" en Tíbas, 600 mts norte. Casa 10B.







José Ariel Bravo Almendárez

Un Tranvía llamado Deseo


Toda mi vida ha sido una búsqueda por una identidad. Cada noche viajó por las calles de la vieja avenida Tiscapa, tratando de encontrar ese eslabón.

Mi vida es como la historia de cualquier persona. Sencilla por sus acontecimientos, pero compleja por su vida interna. Todas las noches revivió una misma ilusión. Entre las paredes de mi habitación trató de reencontrarme mientras llevo a cabo mi transformación. Descubriendo que existó una vez más, que el mundo existe y que todo a mí alrededor existe.

Cada hombre que pasa por mí, trata de entender los vicios de su naturaleza humana. Tal vez por vanidad porque pueden poseer a un hombre y una mujer. Tal vez porque Dios también es vanidoso. Mi rostro comienza a envejecerse y siento el cansancio acumulado por todas estas noches. Estoy cansada de esta búsqueda. Siento que no lo voy a lograr y mi vida, se resume en una colección de cuerpos porque deseo sentirme con una vida común.

Cada noche regresó a la misma esquina para reencontrarme con esa identidad. Se detiene un carro.

– Flaca ya regreso, voy a la Cascada...


José Ariel Bravo Almendárez



domingo, 16 de septiembre de 2007

Der einzige Unterschied


"Der einzige Unterschied zwischen einem Verückten und mir ist der, dass ich nicht verrückt bin."




Salvador Dalí

Tranquilidad en el Caos



Coexistir es readaptarse continuamente, tanto interna como externamente, a los cambios en los múltiples escenarios y circunstancias, en los cuales nos sumergimos a diario. En este sentido, existir como ser humano, es una suerte de arquitectura de los momentos compartidos de la existencia.



Comprender dichos momentos, implica haber recorrido distancias, acumulando conocimientos y experiencias en relación con estos escenarios y circunstancias que articulán la racionalidad de la existencia cotidianidad.





José Ariel Bravo Almendárez

Jasmine Blossom Green Tea


Tarde de domingo. La ciudad descansa aparentemente después de las fiestas Patrias, y yo observándola desde el cristal de una cafetería...




José Ariel Bravo Almendárez

La Selección Natural


"La selección natural actúa exclusivamente mediante la preservación y acumulación de variaciones que son beneficiosas bajo las condiciones a las que cada ser vivo se halla expuesto. El resultado final es que cada ser tiende a perfeccionarse cada vez más en relación con sus condiciones..."






Charles Darwin


viernes, 14 de septiembre de 2007

El Margen


el margen aparta de una pedrada los horizontes ciertos

el margen acude a los corazones que mueren cada noche su propio sueño

el margen se acurruca en el calor hediondo de una espera que nunca empieza

el margen no piensa

no medita

no actúa

el margen se presenta sin caparazón

sin ensayo

y sin piel




Paula Drenkard

Ixel Quesada


"Mujer - Ángel"


José Ariel Bravo Almendárez

jueves, 13 de septiembre de 2007

La Madre


En el arrabal obrero, la sirena de la fábrica lanzaba cada día al aire, saturado de humo y grasa, su vibrante rugido; obedientes a su llamada, unos hombres sombríos, de músculos entumidos por la falta de sueño, salían de las casuchas grises, corriendo como cucarachas asustadas.


A la luz fría del amacecer, iban por la calleja sin empedrar hacia los altos jaulones de la fábrica, que les esperaba, segura, indiferente, alumbrando el fangoso arroyo con sus decenas de ojos cuadrados y grasientos. Chocleaba el barro bajo los pies. Resonaban voces soñolientas en roncas exclamaciones, groseras injurias rasgaban el aire con rabia, y una oleada de ruidos diversos venía al encuentro de los obreros: el pesado jadeo de las máquinas, el gruñido silbante del vapor. Sombrías y severas, destacábanse las altas chimeneas negruzcas, que se alzaban sobre el arrabal como gruesos mástiles.


Al anocher, cuando se ponía el sol y sus rayos rojos brillaban sin fuerza en los cristales de las casas, la fábrica vomitaba gente de sus entrañas de piedra, como si fuera escoria, y los hombres, ahumados, negros los rostros, centelleantes las dentaduras hambrientas, volvían a pasar por la calle, dejando en el aire el persistente olor de la grasa de las máquinas. Entonces había en sus voces animación y hasta alegría; habían terminado los trabajos forzados de aquel día; la cena y el descanso les aguardaban en casa.


La fábrica se había tragado una jornada más, y las máquinas habían succionado de los músculos del hombre cuantas fuerzas necesitaran. El día habíase borrado de la vida, sin dejar rastro alguno; el hombre había dado un paso más hacia la sepultura; pero veía cerca, ante sí, el gozo del descanso, los placeres de la taberna llena de humo, y estaba satisfecho.


Máximo Gorki